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Siempre hablamos de la importancia de descansar bien por las noches para recuperar la energía y que nuestro organismo se reequilibre y regenere. Para ello es fundamental evitar el estrés, llevar una buena alimentación y hacer ejercicio, entre otras cosas . Pero también es fundamental el lugar donde descansamos: el dormitorio.
A continuación explicamos cómo tener un dormitorio saludable, con aire limpio y purificado, libre de radiaciones, que transmita equilibrio y serenidad y nos permita un buen descanso.
- Aire Limpio Una solución económica y natural para que el aire de nuestro dormitorio sea limpio es la de poner alguna planta. Pero no sirve cualquier planta, ya que algunas más bien nos pueden robar el oxígeno. Para el dormitorio se recomiendan las siguientes variedades: Lavanda, Jazmin, Planta Serpiente, Aloe Vera, Gardenia, entre otras. Éstas plantas son consideradas purificadoras del aire ayudando a filtrar componentes dañinos,al mismo tiempo que emiten oxígeno durante la noche y cuentan con un aroma que nos ayudará a conciliar el sueño. Recomendamos poner dos plantas altas en el dormitorio, que además de purificar el aire también aportarán el color verde al dormitorio, un color que nos ayuda a equilibrarnos.
- Sobriedad Se dice que nuestra casa es un reflejo de nuestro interior. El dormitorio, por ser el lugar donde descansamos, debe ser una habitación que transmita claridad y serenidad, y para ello no debe estar llena de muebles u objetos. Intentaremos que haya lo imprescindible y algún elemento decorativo, pero respentando los espacios vacíos. Y sobre todo, que esté siempre ordenado.
- La iluminación Idealmente un dormitorio debería tener luz natural, pero en algunos casos esto no es posible o bien son dormitorios bastante sombríos. En este caso podemos jugar con lámparas que aporten calidez, como por ejemplo las lámparas de sal del Himalaya, que tienen una luz anaranjada muy relajante y cálida y además nos ayudan a neutralizar la radiación electromagnética.
- Espacio ventilado Para evitar principalmente la aparición de ácaros, pero también para mantener un espacio acogedor, recomendamos ventilar diariamente la habitación, dejando incluso si es posible que el sol dé directamente sobre los lugares donde puede haber ácaros, que son las piezas que suelen acumular humedad y calor: sábanas, edredones, cortinas, colchones, cojines, alfombras, etc. En épocas de calor o entretiempo también podemos dejar la ventana abierta por la noche, si no estamos en una zona de ruído o demasiada luz, colocando previamente un mosquitero, o bien dejando las persianas bajas o la cortina puesta. De esta manera la ventilación será continuada y evitaremos la sensación de cerrado que sucede muchas veces por las mañanas.
- Aromas El olor del dormitorio también es un detalle a cuidar. Si bien un dormitorio limpio no tiene por qué oler a nada en particular, algunos pueden tener ciertos olores debido a la humedad, a olores que vengan de fuera… o tal vez sencillamente queremos darle un toque especial a nuestro gusto. Para ello tenemos los difusores, inciensos, perfuminas o bien los difusores de aceites esenciales. Recomendamos especialmente los aromas siguientes:
-Limón: para limpiar y desinfectar el ambiente. -Menta: para refrescar -Lavanda: para relajar -Eucaliptus: para limpiar el ambiente y mejorar problemas respiratorios -Cítricos (limón, naranja, mandarina): para mejorar el ánimo y combatir la depresión
- Cuidado con los espejos
El Feng-Shui nos dice que no es conveniente tener espejos en el dormitorio, ya que alteran las energías que facilitan precisamente el descanso. También se podría tapar el espejo por la noche, o incluso podemos hacer la prueba varios días para ver si notamos la diferencia, sobre todo si tenemos problemas para dormir bien, aunque lo mejor sería ponerlos en otros lugares de la casa donde sí pueden ser beneficiosos.